El Anonimato

En Internet: Conforme con la forma larga de la Undécima Tradición, que dice, “No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de Alcohólicos Anónimos,” no se deben publicar fotos de miembros de A.A. que se puedan reconocer como tal en sitios del Web a los que miembros del público tienen libre acceso, incluidas las páginas sin restricción de las redes sociales.

Sea cual sea el medio, nadie que no sea el mismo miembro tiene el derecho de revelar su afiliación a A.A. Como dijo Bill W. en el número de enero de 1946 del Grapevine: “Debe ser el privilegio de cada miembro individual de
Alcohólicos Anónimos abrigarse con tanto anonimato personal como desee. Sus compañeros de AA deben respetar sus deseos y ayudarle a guardar su anonimato en el grado que le parezca apropiado.”

Los comentarios son personales, alcohólicos anónimos ® y este blog no se hacen responsables de las opiniones aquí vertidas.


jueves, 17 de diciembre de 2009

NAVIDAD

Soy Sebastián, soy alcohólico y hoy no he bebido.
Se acerca la navidad. He oído a muchos compañeros y compañeras, que estas fechas les resultan: preocupantes, inestables, angustiosas, un fastidio, con ganas de que pasen cuanto antes. Algunos se remontan a los pretéritos tiempos donde beber era centro y margen de sus vidas, otros hablan de recaídas y en otro área están los solitarios, los que el alcohol dejó sin nadie y el tiempo no ha sido capaz de ayudarles a encontrar gente que quiera estar a su lado.
Yo siempre he dicho que, para esto, soy un alcohólico poco corriente; me gusta la navidad, la disfruto. Me encanta la Nochebuena y el fin de año y nunca falta mi carta a los Reyes Magos en el buzón. Ya tengo puesto el Belén y en breve iré a casa de mi madre donde comeré mucho turrón, me quedaré ronco cantando villancicos y veré de nuevo “Qué bello es vivir”.
Sé que no soy el único al que estas fechas le encantan, recuerdo a una compañera diciendo que la navidad le gustaba porque cuando bebía, todo el mundo lo hacía también y cuando dejó de beber, se dio cuenta de lo bonitas que eran las luces que adornaban la Gran Vía.
En mi caso, no es algo tan concreto el que me gustara tanto antes domo después. Salvo que fue en plenas navidades cuando decidí dar el paso de dejar de beber, una vez y para siempre.
Gracias por vuestra atención.
Feliz Navidad.
Felices 24 horas.

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