El Anonimato

En Internet: Conforme con la forma larga de la Undécima Tradición, que dice, “No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de Alcohólicos Anónimos,” no se deben publicar fotos de miembros de A.A. que se puedan reconocer como tal en sitios del Web a los que miembros del público tienen libre acceso, incluidas las páginas sin restricción de las redes sociales.

Sea cual sea el medio, nadie que no sea el mismo miembro tiene el derecho de revelar su afiliación a A.A. Como dijo Bill W. en el número de enero de 1946 del Grapevine: “Debe ser el privilegio de cada miembro individual de
Alcohólicos Anónimos abrigarse con tanto anonimato personal como desee. Sus compañeros de AA deben respetar sus deseos y ayudarle a guardar su anonimato en el grado que le parezca apropiado.”

Los comentarios son personales, alcohólicos anónimos ® y este blog no se hacen responsables de las opiniones aquí vertidas.


viernes, 30 de octubre de 2009

Todo tiene solución.

Soy Sebastián, soy alcohólico y hoy no he bebido.
Tras de mi primera reunión, salí del grupo en estado de schock. Iba bajando la calle de Alcalá, repitiendo entre dientes. "No puede ser, soy alcohólico. No puede ser, soy alhcohólico". Era como una letanía para alejar algo que no podía ser, que no era cierto.
Al día siguiente retorné al grupo y al otro y otro más. Al poco tiempo podía bajar la calle Alcalá, pensando en otras cosas. Si me venía a cabeza que era un alcohólico, me encogía de hombros y seguía mi camino.
Me quedé en el grupo porque la gente que allí había, mujeres y hombres, tenían el alma limpia. Su mirada era franca y sus testimonios reveladoras verdades de experiencias vividas. Aquellos compañeros no querían manipular, ni mostrarse por encima de los demás. Eran servidores de confianza que sentían satisfacción por realizar su tarea.
Cambié de ciudad y cambié de grupo. Las cosas no fueron tan buenas. En el grupo se descataron varios compañeros con la intención de ser los únicos protagonistas, los que guiaran los destinos y la recuperación del resto de una manera despótica.
Ante eso, el malestar era cada vez más evidente. Había que hacer algo. Lo hemos hecho, se llama grupo Catedral y lo abrimos hace poco. Llevamos sólo dos reuniones, pero ya se nota una alegría en los compartires y en estar integrado dentro de Alcohólicos Anónimos.
¡Hasta nos planteamos el abrir otro día!
Y es que ya me lo dijo un padrino en su momento. "En alcólicos anónimos los problemas no son eternos".
Gracias por vuestra atención.
Felices 24 horas.

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