El Anonimato

En Internet: Conforme con la forma larga de la Undécima Tradición, que dice, “No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de Alcohólicos Anónimos,” no se deben publicar fotos de miembros de A.A. que se puedan reconocer como tal en sitios del Web a los que miembros del público tienen libre acceso, incluidas las páginas sin restricción de las redes sociales.

Sea cual sea el medio, nadie que no sea el mismo miembro tiene el derecho de revelar su afiliación a A.A. Como dijo Bill W. en el número de enero de 1946 del Grapevine: “Debe ser el privilegio de cada miembro individual de
Alcohólicos Anónimos abrigarse con tanto anonimato personal como desee. Sus compañeros de AA deben respetar sus deseos y ayudarle a guardar su anonimato en el grado que le parezca apropiado.”

Los comentarios son personales, alcohólicos anónimos ® y este blog no se hacen responsables de las opiniones aquí vertidas.


sábado, 31 de octubre de 2009

El traje a medida

Soy Sebastión, soy alcohólico y hoy no he bebido.
No recuerdo el momento exacto en que oí la frase "hazte el traje a tu medida". Al pensar en ello y con la facilidad que tengo para tergiversar las cosas, me imaginé a mi mismo, en un taller de costura, empeñado en sacar patrones, dando puntadas y desesperándome porque no encuentro los alfileres. Deciros que jamás destaqué por mis habilidades manuales, acerme sastre de un día para otro no podía formar parte de mis objetivos más inmeditos.
Esto que empezó como una broma personal en la que tan solo yo mismo sería capaz de encontrar la gracia, me vale como simil para pensar en lo que yo tengo que hacer.
Es muy simple, como casi todo lo importante, seguir los pasos de alcohólicos anónimos. Del uno al doce éste es el traje qué tengo que ponerme, mejor dicho qué quiero ponerme. Y como reza la frase, haciéndomelo a mi medida. Ajustándolo donde me quede holgado, apretendo donde necesito, poniendo el adormo que me conviene.
A.A. me da la tela, los materiales y me deja el taller. Mis compañeros son maestros en sastrería y siguiendo sus consejos poco a poco voy haciendo el traje.
Cada día me gusta más y con la seguridad que puedo cambiar lo que me apetezca cuando vea que no acaba de sentarme me es más fácil hacer el trabajo.
Gracias por vuestra atención.
Felices 24 horas.

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