Soy Sebastián, soy alcohólico y hoy no he bebido.
El sitio donde desarrollamos nuestras reuniones de alcohólicos anónimos siempre es especial, siempre es bonito. La primera vez que entras no entiendes nadas; ¿qué hago yo aquí?, ¿de qué va todo esto?, ¿de qué hablan?, ¿soy de verdad un alcohólico? El caso es que vuelves y día tras día las sillas no te parecen tan incómodas, los carteles de las paredes no resultan tan extraños, ni hace tanto frío como pensaba y el calor es soportable.
Además lo cuidas barriendo su suelo, quitándole el polvo, colocando los muebles. Un sitio donde un día, sin saber muy bien la razón, sueltas una carcajada franca, sincera, la más auténtica desde hace mucho tiempo.
Y todo esto se desarrolla en el local de reuniones, deseando que llegue el día para hacer la siguiente. ¡Qué bonito es mi local! ¡Qué bonito es tú local! Es de todos, allá donde vaya A.A. es un todo y es precioso, también para mí, el sitio donde normalmente te recuperas. Ven a conocer el mío, el grupo Catedral de Santiago de Compostela, no te defraudará.
Felices 24 horas.
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