El Anonimato

En Internet: Conforme con la forma larga de la Undécima Tradición, que dice, “No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de Alcohólicos Anónimos,” no se deben publicar fotos de miembros de A.A. que se puedan reconocer como tal en sitios del Web a los que miembros del público tienen libre acceso, incluidas las páginas sin restricción de las redes sociales.

Sea cual sea el medio, nadie que no sea el mismo miembro tiene el derecho de revelar su afiliación a A.A. Como dijo Bill W. en el número de enero de 1946 del Grapevine: “Debe ser el privilegio de cada miembro individual de
Alcohólicos Anónimos abrigarse con tanto anonimato personal como desee. Sus compañeros de AA deben respetar sus deseos y ayudarle a guardar su anonimato en el grado que le parezca apropiado.”

Los comentarios son personales, alcohólicos anónimos ® y este blog no se hacen responsables de las opiniones aquí vertidas.


sábado, 14 de noviembre de 2009

Y el tiempo, ¿cómo lo recupero?

Soy Sebastián, soy alcohólico y hoy no he bebido.
No me gusta planchar, la razón es que la cabeza se me rebela y me lleva por caminos que no me gustan. Aparecen los resentimientos, (sobre todo contra personas). La perversa sensación de impotencia, de que no hay solución para los problemas. Hoy le ha tocado el turno a la conmiseración.
Mientras aplicaba la plancha sobre la manga derecha de una camisa negra y con rayas verticales, que me gusta mucho. Me he puesto a hacer un cálculo.
- Vamos a ver. Si yo entraba sobre las siete de la tarde en un bar y, siendo muy generoso, salía a la una de la noche. En el bar me tiraba…
Sumaba las horas, después lo subía a semanas, luego a meses y, ¡me acababa llevando las manos a la cabeza con la cantidad de días al año que perdía en la barra de los bares!
Seguía aumentando cifras con: las horas de resaca, el tiempo de desplazamiento, buscar una excusa para beber. El total asusta. Acabé de planchar la camisa, la colgué en su percha y le estuve dando vueltas a los pocos días de provecho que tuve durante mi actividad alcohólica.
Estos pensamientos, por si solos, no pueden ser malos. Lo que pasa es que me empeño en darme lastima de mí mismo. Y eso es algo que no se debe hacer; ¿para qué entonces vas estar en A. A. si no es para aprender a enfrentarte a la vida?
Así que he parado el pensamiento y he buscado el lado positivo. Ahora que no bebo, gano los días. Hago un montón de cosas de provecho, aunque algunas, como planchar no me gusten nada.
Por cierto, plancho muy bien. Mucha gente me lo ha dicho.
Gracias por vuestra atención.
Felices 24 horas.

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