Los miembros de Alcohólicos Anónimos comparten su experiencia con cualquiera que busque ayuda para su problema con la bebida; dan servicio persona a persona o “apadrinan” al alcohólico que llega a A.A. sea cual sea su procedencia. El programa de A.A., en el enunciado de nuestros Doce Pasos, ofrece al alcohólico una manera de desarrollar una vida satisfactoria sin alcohol.
El Anonimato
En Internet: Conforme con la forma larga de la Undécima Tradición, que dice, “No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de Alcohólicos Anónimos,” no se deben publicar fotos de miembros de A.A. que se puedan reconocer como tal en sitios del Web a los que miembros del público tienen libre acceso, incluidas las páginas sin restricción de las redes sociales.
Sea cual sea el medio, nadie que no sea el mismo miembro tiene el derecho de revelar su afiliación a A.A. Como dijo Bill W. en el número de enero de 1946 del Grapevine: “Debe ser el privilegio de cada miembro individual de Alcohólicos Anónimos abrigarse con tanto anonimato personal como desee. Sus compañeros de AA deben respetar sus deseos y ayudarle a guardar su anonimato en el grado que le parezca apropiado.”
Los comentarios son personales, alcohólicos anónimos ® y este blog no se hacen responsables de las opiniones aquí vertidas.
jueves, 11 de noviembre de 2010
¿PARA QUÉ VALEN LAS REUNIONES?
¿Para qué valen las reuniones? Para no beber. Esta respuesta tan sencilla, puede parecer precipitada. Pero si nos paramos a considerar que en una reunión: soy capaz de contar a unos iguales, a personas que como yo que han reconocido su alcoholismo, los problemas surgidos a lo largo de un día, mis esperanzas e ilusiones, como llevo el proceso de recuperación, las dudas que me asaltan… en definitiva, contar la vida a seres humanos que me escuchan con respeto y silencio. Cuando todo esto puedo hacerlo, las cosas son más sencillas y por lo tanto, beber ya no forma parte de mis planes.
Felices 24 horas.
martes, 9 de noviembre de 2010
SI SIRVES, NO BEBES
El que sirve no bebe y el que bebe no sirve. Este axioma, dicho por un compañero, tiene visos de verdad. No he conocido a ningún compañero o compañera que haciendo servicio dentro de su grupo se haya ido a beber. Otra cosa es si el poder no se les ha subido a la cabeza, aunque es cierto que mientras no se beba siempre se puede cambiar para mejor.
Recomiendo siempre a los nuevos compañeros que hagan un servicio. Y lo ilustro con una anécdota personal.
Con apenas unos meses en Alcohólicos Anónimos tomé la responsabilidad de abrir el grupo uno de los días, los miércoles en concreto. Por ninguna razón en especial un miércoles cualquiera no estaban saliendo las cosas como yo quería, veía todo con pesimismo, me sentía solo, el alcohol me llamaba de esa forma sutil y poderosa con que sabe hacerlo. Entonces recordé que ese día me tocaba abrir a mí, que no podía fallar a mis compañeros; me habían dado la responsabilidad de abrir y tenía que estar a la altura.
Abrí el grupo, hice la reunión y ese día, además de no beber, se saldó de una manera satisfactoria.
Esto que cuento no es una exclusiva, lo he oído de forma muy parecida a un sin fin de compañeros. Y es que el servicio es algo muy agradecido para la persona que lo hace.
Felices 24 horas.
lunes, 8 de noviembre de 2010
REUNIONES Y MÁS REUNIONES
Hoy tengo ganas de reunión. No es por ninguna circunstancia especial pero estoy deseando que sean las ocho y media y poder compartir con mis compañeros. ¿El qué? Eso, ahora mismo, no da lo mismo.
Me gusta que no haya nada señalado, que los compañeros expongan sus 24 horas: sus dudas y aciertos. Me gusta escucharles, el tópico de qué siempre aprendo algo es una realidad comprobada reunión tras reunión. Me gusta tener un sitio donde soy escuchado con respeto y atención. No importa lo que diga, todo es significativo.
Hoy quiero reunión y voy a ir a ella.
Felices 24 horas.