El Anonimato

En Internet: Conforme con la forma larga de la Undécima Tradición, que dice, “No se deben publicar, filmar o difundir nuestros nombres o fotografías identificándonos como miembros de Alcohólicos Anónimos,” no se deben publicar fotos de miembros de A.A. que se puedan reconocer como tal en sitios del Web a los que miembros del público tienen libre acceso, incluidas las páginas sin restricción de las redes sociales.

Sea cual sea el medio, nadie que no sea el mismo miembro tiene el derecho de revelar su afiliación a A.A. Como dijo Bill W. en el número de enero de 1946 del Grapevine: “Debe ser el privilegio de cada miembro individual de
Alcohólicos Anónimos abrigarse con tanto anonimato personal como desee. Sus compañeros de AA deben respetar sus deseos y ayudarle a guardar su anonimato en el grado que le parezca apropiado.”

Los comentarios son personales, alcohólicos anónimos ® y este blog no se hacen responsables de las opiniones aquí vertidas.


domingo, 8 de noviembre de 2009

No sólo alcohólico

Soy Sebastián, soy alcohólico y hoy no he bebido.
Cuando asumí que era alcohólico, me pareció todo un descubrimiento. Estaba convencido de que el alcohol, la forma desaforada y sin medida que tenía de beber, era el principio, medio y fin de todos mis males. “Muerto el perro se acabó la rabia”, o lo que podría traducirse por; “Si dejo de beber voy a ser un tipo estupendo, sin problemas, ni cosas de qué avergonzarme”.
Tengo que decir que mi vida mejoró muchísimo, que me sigue progresando día a día, que esto de dejar de beber, una vez y para siempre, es lo mejor que he hecho jamás. Pero sigo teniendo defectos. Preocupaciones, miedos, recelos…
En muchos de mis compartires digo; “Soy alcohólico y además miope. Dejar de beber no me ha eximido de quitarme las gafas”.
Este escrito viene a colación de un repaso que he hecho de los anteriores que colgué en el bloc y mirar faltas de ortografía que he cometido y que hieren los ojos de los lectores.
Está claro, dejar de beber no me ha hecho un académico de la lengua.
Lo que sí es que ahora soy capaz de reconocer estas cosas, sonreírme e intentar ponerle remedio.
Seguro que seguiré con faltas de ortografía. Sin embargo cada vez serán menos. Leerme y lo comprobaréis.
Es lo que tiene el programa, que te hace reaccionar.
Gracias por vuestra atención.
Felices 24 horas.

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